Lunes, 22 de abril

 Y Jordi, dónde está?

Uy, no lo sé. Me parece que ha ido al castillo a buscar la merienda.

Podríamos jugar tú y yo un rato mientras esperamos que llegue, ¿no te parece?

Perfecto. ¿A qué jugamos?

Podríamos hacer ver que yo estoy muerto de hambre y que quiero comerte.

¿Y si Jordi vuelve y cree que quieres hacerme daño de verdad?

No te preocupes. Jordi es un buen amigo y en lugar de pelear conmigo para defenderte a ti, seguro que nos pregunta qué hacemos y se da cuenta de que todo es un juego. Hace tiempo que aprendimos que las cosas se solucionan hablando y escuchando.

¡Sopla! ¡Qué par está hecho! ¿Sabes lo que podríamos hacer? Vamos a regar el rosal del jardín de la abuela, que el día 23 de abril seguro que querrá cosechar una rosa roja para regalar a alguna persona querida.

¡De acuerdo! Voy a buscar un libro para leer después, mientras esperamos a que llegue nuestro caballero desaparecido.

Esta historia de San Jordi, la princesa, la rosa y el dragón es distinta. El dragón es un buen amigo y no hace falta que nadie esté triste por sus acciones. La rosa sale porque cuidan el jardín y la princesa sabe espabilar solita. Sant Jordi es un buen amigo del dragón y si tiene algún problema con él lo hablan y no necesitan la ayuda de ninguna espada.


Guardamos la espada y utilizamos el diálogo. Seguro que tendremos un mejor día de San Jordi.