Jueves, 18 de abril

 Escucha, María, sonríe feliz

desde estas estatuas con o sin hijo Él.

El joven caduco, el niño sin padres,

el viejo solitario, sabrán que tú estás.


Escucha, María, el grito y la voz

de personas que viven la persecución,

personas fraternas, personas audaces,

semillas de tu pueblo cosecha de Dios.


Y TÚ, MARÍA, NOS GUIARÁS.

EL PUEBLO ACOMPAÑARAS,

LA JUSTICIA TRIUNFARÁ.


Y TÚ, MARÍA, MADRE SERÁS.

LA LUCHA COMPARTIRÁS,

TENDREMOS UN MUNDO MÁS JUSTO,

SERÁ POSIBLE EL CIELO AQUÍ.


Escucha, María, preséntale a Dios

la ignorancia extrema y todo el dolor,

los llantos y el hambre de amor y de pan,

el miedo y la angustia, la falta de paz.


Escucha, María, amiga serás

de aquellos jóvenes que buscan calor y amistad,

que crean posible crear utopías,

que vean posible seguir a Jesús.


Escucha, María, nos visitarás

traerás palabras nacidas del corazón.

Nuestras opciones serán las de Jesús.

Tendrá nueva vida el rostro de Dios.