Viernes, 2 de febrero

 

Plegaria de los Indios de las grandes llanuras

Oh Dios, Padre nuestro lleno de amor he sentido vuestra voz en el

viento, y sé que vuestro aliento mujer vida al mundo. Os lo ruego,

escuchadme.

Yo soy pequeño y frágil, y tengo necesidad de vuestra fuerza y de vuestra

lucidez. Ayudadme a estimar la belleza, que mis

ojos no se cansen de admirar el rojo encendido de la puesta de sol.

Haced que mis manos respeten siempre las cosas que os habéis

hecho. Que mis oídos estén siempre a punto para escuchar vuestra

voz.

Hacedme sensato para poder comprender las señales de pista

que habéis dejado en nuestro pueblo.

Ayudadme a descubrir todo aquello que habéis escondido en el corazón de cada

hoja y al fondo de cada piedra.

Pido la fuerza, no para ser más grande que mi hermano,

sino para combatir mi enemigo más grande: mi yo

Haced que esté siempre a punto para acogeros con las manos

limpias y los ojos transparentes.

Así, cuando mi vida se apague, como se apagan los colores a la

puesta del sol, mi espíritu podrá reencontraros sin miedo.