Vivir el momento
Ayer hablábamos de la melancolía que solemos sentir al terminar la Navidad. Pararnos demasiado en el pasado puede impedirnos vivir el presente en plenitud; a menudo sufrimos por lo que ya nos ha pasado, que no podemos cambiar, o por lo que podría pasar en el futuro, que en realidad puede que no ocurra nunca. ¿Por qué sufrir sin necesidad, cuando hay tanto que disfrutar y agradecer? Intentemos hoy centrarnos en lo bueno que nos rodea, y celebremos el nuevo día que se nos concede.
“No te detengas en el pasado, no sueñes con el futuro, concentra la mente en el presente”
-Buda Gautama