Todo esto es una pequeña representación de la realidad que vivimos. Nuestro estilo de vida, nuestra forma de vivir, la inmediatez a la hora de conseguir lo que queremos, el consumismo continuo, el gastar sin necesitar… Son gestos que tienen una gran consecuencia:
LA DESTRUCCIÓN DE LA TIERRA.
El Papa, con su encíclica Laudato si, nos invita también a pensar en todo esto desde nuestro ser cristianos. Él nos llama a ayudar a la humanidad a comprender y ser conscientes de la destrucción que estamos causando al medio ambiente y a nuestro prójimo. La crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior.
En definitiva, «se trata de cuidar de la naturaleza, para que ella cuide de nosotros»
Párate un momento, analiza las cosas que haces en un día cualquiera… ¿Qué podrías cambiar? ¿Qué cambios puedes hacer en tu día a día que ayuden a sanar la Tierra?
¿Cómo puedes hacer que el mundo sea un lugar más sostenible? Piensa acciones concretas.
