MIRA, OBSERVA, REZA
¡Ssst! No digas nada. Déjate maravillar por la belleza de la naturaleza.
Dios nos la ha dado, bella y vistosa, para que gocemos de ella y con ella.
Cierra los ojos, mira tu paisaje favorito: el mar, las montañas, los verdes prados, los frutales…
¡Gracias por la paz que nos das, hermana naturaleza!