CITA BÍBLICA:
"El que busque su propia vida, la perderá, y el que pierda su vida por mi causa, la encontrará (Mateo 10, 39)
LECTURA:
De reírte de tus torpezas, para llevarlas mejor
Me llamo Chus, tengo 39 años y soy varias cosas a la vez entrelazadas: mujer, madre, hija, enfermera, amiga, hermana. A mi “yo” de hace diez años le diría:
«Disfruta del tiempo de estar con la gente, es el mejor regalo que te pueden dar y que puedes ofrecer a los demás. Tiempo de calidad, es decir de escuchar con todos los sentidos, porque la escucha no consiste en oír palabras, sino en escuchar lo que vive el otro. Tiempo de cuidar a otros, en especial a los mayores, a los que te cuidaron, nunca sabes cuándo es la última vez que lo harás.
No tengas miedo, apuesta por esa relación de pareja, por tus amigos, porque no sabes lo que te depara el futuro, pero sí que sabes que tiene mucho que ver con lo que construyes en el presente.
Piensa, da vueltas, reza las decisiones importantes que son las que sustentan tu vida. Eso dará paz a tu día a día.
Date un paseo de vez en cuando, y si es en medio de la naturaleza, mejor, te ayudará a respirar hondo, a relativizar los problemas, a sentir que eres pequeña, pero que formas parte de algo grande.
Ríe, sí, también de ti misma, de tus torpezas y limitaciones, así las llevarás mejor.
Viaja, conoce gente diferente, descubre otras culturas, otras formas de vivir.
Lee, estudia, no sólo lo que te obliguen, sino lo que te apetezca porque disfrutas aprendiendo.
Sencillamente vive, que no te viva la vida, que el tiempo pasa más rápido de lo que crees, y tranquila que estos diez años que te esperan estarán llenos de vida compartida». (María Jesús Martín Asensio)
REFLEXIÓN:
Ahora dedica un par de minutos a pensar:
- ¿Cómo me cuido?
- ¿Cuanto más tengo, compro, gasto, más me cuido?
- ¿Me dejo rodear y querer por los demás?
- ¿Aprecio todo lo bueno que tengo?
- ¿Pongo límites a quien me hace daño?
- ¿Aprendo de mis errores?
- ¿Reconozco y disfruto de mis logros?
VÍDEO: Amor propio
ORACIÓN:
Quiero pedirte en este día, Señor, que me ayudes a amarme a mí mismo/a tal y como soy, con mi manera de ser, de pensar y de actuar, que me ayudes a querer mi físico, mi rostro, mi cuerpo y cada parte de mí, pues, aunque sé que ante los ojos del mundo no pueda ser perfecto/a, sé que para ti lo soy porque Tú me has creado con mucho amor.
Padre Nuestro / Gure Aita
