Iniciamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
REFLEXIÓN
Quizás hayas oído la siguiente frase: “Quien bien te quiere te hará llorar”. Esto es completamente absurdo. ¿De verdad vas a dejar que un argumento tan simplista dirija tu vida? El pesimista considera que esta vida es un valle de lágrimas y, por lo tanto, hay que sufrir en el camino. Quien busca la felicidad y vivir en positivo sabe que la buena vida se construye a base de sonrisas y momentos para recordar. Todo aquello que nos hace mal no merece estar en nuestras vidas.
Muestra tu actitud positiva… Elimina de tu vida aquello que te provoque lágrimas de sufrimiento. Así de simple.
Vamos a terminar la oración pensando en qué podemos hacer para sacar sonrisas a los que están a mi alrededor y pidiendo a Jesús que nos ayude a descubrir quién lo necesita. Y, si no están cerca nuestra, podemos rezar por esas personas y seguro que habrá algo que les hará sonreír.
