Jueves, 3 de noviembre de 2022

Estamos en mitad de la semana. Antes de empezar, hazte consciente de la suerte que tienes: tu cama, tu desayuno, tu mochila, tu familia...antes de empezar, empieza con un gracias. Ahora sí... en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Hoy os invito a que penséis en lo que le pasó a doña Lola, mi vecina del cuarto. Doña Lola, desde que se quedó viuda, va todos los días a misa a la parroquia. Ella tenía y tiene por costumbre dar limosna a un señor que hay a la puerta de la iglesia. Pero el otro día se llevó mano al bolso y cayó en la cuenta de que se lo había dejado en casa. El mendigo mantenía su mano extendida hacia ella, y entonces reaccionó con tacto y rapidez. Le dijo: “Hoy no tengo nada que darle, pero al menos puedo estrecharle la mano”. Y así lo hizo. El mendigo no se dejó ganar en cortesía, aceptó el apretón de manos y le dijo: “Hoy me ha dado usted más que todos los demás días “.



 ¿Somos de las personas que en las campañas únicamente damos dinero o también nos concienciamos? Dar lo que nos sobra no tiene ningún mérito... pero concienciarnos y ser capaces de renunciar a lo que no nos hace falta nos ayuda a valorar lo que tenemos, vivir sin apego a las cosas, darle valor a lo nuestro antes que a lo mío, todo eso sí nos hace crecer como personas y como cristianos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.