Siéntate bien, apoya la espalda en el respaldo y los dos pies en el suelo. Respira dos o tres veces, sintiendo como entra y sale el aire de tus pulmones. Procura alejar los ruidos, olvidarte de lo urgente, y mirar a tu interior. Ahora mismo es lo más importante: encontrarte contigo mismo y ver qué te tiene Dios que decir hoy.
Escuchamos la canción “Etiquetas”, de Álvaro Fraile:
¿Alguna vez te han puesto etiquetas, sin conocerte bien? ¿Cómo te has sentido?
¿Pones etiquetas a otras personas, porque son en algo diferentes a ti, o piensan de otra manera? ¿A veces las pones, hasta sin darte cuenta?
Reflexionamos sobre lo que significa poner etiquetas, y lo que supone para nosotros y las otras personas.
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¿Crees que a Jesús le gustaban las etiquetas?
Él rompió con las etiquetas, para él y para los demás. Vivió superando las etiquetas, en libertad, mirando a cada persona en concreto para hacer el bien, según lo que necesitaran. Siempre actuó por los demás, sin fijarse en lo que podrían decir, o a qué clase social o grupo pertenecía cada uno. Rompió las etiquetas con gestos de amor concretos y cercanos.
Hoy le pedimos que nos ayude, en nuestro día a día, con gestos sencillos, a romper con las etiquetas que, a veces, ponemos a las personas que tenemos alrededor, y que crean conflictos y nos separan.
Lo ponemos en manos de la Madre del Divino Pastor y del Beato José Tous, que también supieron superar las etiquetas, para ayudar a los demás.
