Viernes, día 4 de febrero de 2022

 Cuidar a la naturaleza es cuidar a las personas

«Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno»

Iniciamos nuestra reflexión/oración, como cada día: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN

Creo que fue Beethoven quien dijo que «la música es el lenguaje de Dios».El canto de los pájaros, el rumor del viento en la copa de los árboles, el murmullo del agua, cada ola que rompe en la playa,… son, y no metafóricamente, sino en realidad, música. Música de Dios. Un lenguaje misterioso, el de la belleza.

La Vida toda es un lenguaje. Lo es cada átomo, cada molécula, cada roca, cada célula,… Y el universo entero una magna composición. Y el hombre, cuando se une a Dios, vibra y se siente  como una nota más en ésa grandiosa composición, en ésa danza de las partículas y los astros.

Nosotras, las personas,  también tenemos un rol en la creación. Los humanos fuimos creados al final, la joya final de la tan buena creación de Dios. De todo lo que creó Dios, sólo nosotros somos hechos a Su imagen y semejanza. Ser creados a la imagen de Dios no se trata de lo que hacemos sino acerca de para qué propósito nos creó Él, sobre lo que Él quiere que seamos. Nos da una posición especial que ninguna otra criatura en la tierra puede pretender.

Os invito a hacer vuestra la invitación del Papa Francisco:


¿ACEPTAMOS EL RETO?

Y acabamos nuestra reflexión con la oración del Gure Aita / Padre nuestro.