LA PAZ EN LO COTIDIANO
Iniciamos la Semana de la PAZ, en la que cada día dedicaremos una reflexión para poder ser constructores de PAZ a nuestro alrededor.
Y la iniciamos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
PENSAMOS EN SILENCIO:
El conflicto es algo natural en nuestras vidas, es inevitable. Es más, normalmente nuestros desacuerdos son con las personas que tenemos a nuestro alrededor y a quienes más apreciamos: tenemos diferentes experiencias, diferentes visiones de la vida, diferentes puntos de vista que nos llevan a conflictos.
Estos desacuerdos no tienen por qué crecer y acabar en peleas serias. Podemos usar los conflictos como oportunidades de crecimiento y aprendizaje.
Las personas de nuestro alrededor: familia, amistades, colegas, vecindario, etc., son quienes nos ayudan a tener cubiertas nuestras necesidades básicas de seguridad, supervivencia, autoestima, pertenencia y crecimiento. Son personas que, por otro lado, conocen nuestras fortalezas y debilidades, nuestras tendencias y nuestros puntos críticos. Probablemente podemos tener más conflictos con ellas que con personas extrañas.
Estos conflictos pueden ser la semilla para el aprendizaje sobre cómo construir relaciones más estrechas y duraderas. En este sentido, el conflicto resuelto eficazmente será un auténtico motor de cambio personal que nos ayudará a consolidar nuestras relaciones con las demás personas.
Piensa en un conflicto reciente con una persona de tu entorno. Hazte las siguientes preguntas, tratando de dar respuesta a cada una de ellas:
- ¿Qué has aprendido de esa situación?
- ¿Qué característica de tu personalidad se ha visto fortalecida?
- Acepta la lección aprendida como algo positivo.
- Puedes considerar a la persona con la que tienes el conflicto como algui-en que tiene algo que enseñarte. ¿Podrías hacérselo saber?
- Seguramente la relación se verá fortalecida de cara al futuro.