Todos somos casa que acoge
“Aprende con las palabras”
En el nombre del Padre…
1. Escucho:
Las migraciones: un nosotros roto y fracturado En su carta encíclica Fratelli tutti, Francisco presenta la situación de los migrantes que salen de sus países buscando una vida mejor para sí y sus familias y muchas veces encuentran marginación y estigmatización en los países que los reciben (cf. FT 37-41).
Las personas migrantes no son consideradas suficientemente dignas para participar en la vida social como cualquier otro, se olvida que tienen la misma dignidad intrínseca de cualquier persona y se les exige ser protagonistas de su propio rescate. Las migraciones contemporáneas expresan muchas veces un nosotros roto y fracturado, porque están afectadas por una “pérdida de ese ‘sentido de la responsabilidad fraterna’, sobre el que se basa toda sociedad civil” (FT 40).
Con frecuencia se trata de evitar a toda costa la llegada de personas migrantes, tanto desde algunos regímenes políticos populistas como desde planteamientos económicos liberales (cf. FT 37. Cuando se recibe a quienes migran, no se dice que no son humanos, pero en la práctica, con las decisiones y el modo de tratarlos, se expresa que son considerados menos valiosos e importantes, menos humanos (cf. FT 39).
2. Reflexiono y comparto:
3. Rezamos juntos:
Pregoneros y profetas
Cuando pase el mensajero que no me encuentre dormido,
afanado en otras metas, indiferente a su voz.
Que no sea su relato semilla que el viento barre o luz que a nadie ilumina.
Cuando pase el mensajero que no le vuelva la cara
para esquivar su propuesta.
Se presentará en un libro, en un verso, o será estrofa de un canto que me envuelva.
Vendrá, tal vez, en un amigo, en un hombre roto, o en el pan partido.
Le abriré la casa, pondré en juego el corazón
y escucharé, con avidez, sus palabras.
Y entonces me cambiará la vida.