¿Qué es mejor, construir puentes o muros?
"Tender puentes" es una preciosa metáfora de comunicación y acercamiento. El
puente comunica, construye redes, abre espacios. El puente, en cuanto que une
dos orillas, nace con vocación de permanencia. Y cuanto más antiguo es, más
historias recrea y más sabores acumula. El puente es algo que une, que permite
el paso, que salva un obstáculo, que comunica. Si lo más característico del
puente es la comunicación, interesa multiplicar o ensanchar los puentes.
Precisamente para aumentar las posibilidades de diálogo, para hacer más fluido
el tránsito entre unos y otros.
Un detalle importante: el puente implica un cierto "vacío",
remite a un cierto "estar suspendido" en el aire, solo apoyado por
dos o más pilares, tensores... Por ello, el puente es un lugar vulnerable, una
construcción frágil. Por su carácter estratégico, muchas veces se convierte en
objetivo militar para dominar o aniquilar al "enemigo". Quien lo
ocupa se asegura una vía de comunicación privilegiada.
El puente, no sería ya un mero artefacto destinado a vencer la dificultad del
paso de un río, sino algo más: el eliminador de obstáculos, el conector de
culturas a través del esfuerzo humano consciente. El puente como punto de
encuentro.
Esto es lo que hoy nos pide el Papa Francisco:
Madre del Divino Pastor: RUEGA POR NOSOTROS.
Beato José Tous: RUEGA POR NOSOTROS
Hermanas Mártires. ROGAD POR NOSOTROS